Descripción

La Casa Bonaventura Ferrer, es una de las obras más fascinantes del modernismo barcelonés. Fue diseñada por el arquitecto Pere Falqués i Urpí en 1906, una época en la que el Passeig de Gràcia se consolidaba como el epicentro del modernismo y el lujo en Barcelona. Encargada por Bonaventura Ferrer, un empresario textil, la casa refleja el esplendor de la burguesía catalana del momento.

El edificio destaca por su exuberancia decorativa, típica del modernismo catalán, y combina materiales como el ladrillo, la piedra y la cerámica con gran maestría. La fachada es una sinfonía de formas orgánicas y detalles ornamentales, con balcones que presentan motivos florales en hierro forjado y una tribuna central coronada por una torre cónica que le otorga un aire de castillo de cuento de hadas.

En el interior, aunque no está abierto al público de manera regular, los registros históricos señalan que la casa cuenta con techos artesonados, vidrieras policromadas y suelos hidráulicos, todos ellos elementos característicos del modernismo. Estas decoraciones reflejan la obsesión modernista por el detalle y la integración de las artes decorativas en la arquitectura.

A lo largo de su historia, la Casa Bonaventura Ferrer ha tenido varios usos, desde residencia particular hasta albergar oficinas y establecimientos comerciales. Actualmente, su valor patrimonial sigue intacto, y es uno de los edificios más fotografiados del Passeig de Gràcia, junto a otras joyas como la Casa Batlló o la Pedrera.

La Casa Bonaventura Ferrer no solo es un testimonio del talento de Pere Falqués, sino también una pieza clave en el mosaico arquitectónico que hace de Barcelona una capital mundial del modernismo.