Ubicado en el distrito de Nou Barris, el Parque del Turó de la Peira se erige como un oasis natural, siendo el más antiguo en la zona desde su apertura en 1936. Este extenso terreno de alrededor de 8 hectáreas destaca por sus densos matorrales y frondosos pinares, creando un distintivo paisaje en la parte occidental del barrio que lleva su nombre. Inicialmente, la colina formaba parte de la finca de Can Peguera, también asociada al barrio adyacente.
En los años sesenta, la expansión del parque se vio limitada debido a la rápida construcción de viviendas, bajo un plan parcial característico de la época pre-democrática. Esta urbanización, carente de servicios y con viviendas de calidad cuestionable, llevó a una reducción significativa. La replantación de la zona afectada no se llevó a cabo hasta 1977, preservando únicamente la zona superior que, de manera notable, había sobrevivido incluso durante la Guerra Civil. En marzo de 2007, se sometió a una completa renovación, modernizando todos sus servicios e infraestructuras.
El parque, destacado por un mirador coronado con una impresionante cruz metálica, ofrece vistas panorámicas del distrito y gran parte de la ciudad de Barcelona. La accesibilidad a sus diversos servicios se facilita mediante caminos entre pinos o escaleras en su interior.
Entre sus comodidades se incluyen áreas de juegos infantiles, mesas de ping-pong, pistas de baloncesto, voleibol y fútbol, así como un espacio para los dueños de perros. Además, dispone de lavabos, aparcamiento, numerosas fuentes y bancos, así como áreas con mesas y sillas para disfrutar de un picnic.
