Descripción

Sant Miquel del Fai es un conjunto monumental situado en un entorno natural excepcional en el Vallès Oriental, Cataluña. Destaca por su rica historia, naturaleza impresionante y arquitectura románica integrada en el paisaje. El monasterio de Sant Miquel, fundado en el siglo X, es uno de los principales atractivos del lugar. Su iglesia, excavada en la roca, es uno de los ejemplos más antiguos del arte románico catalán. Además de la iglesia rupestre, también se encuentran la iglesia de Sant Martí y varias cuevas, como la Cueva del Rossinyol, que se suman a la belleza y misticismo del lugar.

El enclave es famoso por sus espectaculares vistas de los acantilados, las cascadas de los ríos Tenes y Rossinyol, y las formaciones rocosas que rodean el monasterio. Esta zona ha sido un punto de peregrinación y, hoy en día, un destino turístico muy apreciado por su valor tanto histórico como natural. Se ofrecen rutas de senderismo que permiten explorar la región y disfrutar de su tranquilidad y paisaje.

Espacio Natural de los Cingles de Bertí

El Espacio Natural de los Cingles de Bertí, donde se encuentra Sant Miquel del Fai, es una zona montañosa que se extiende entre el Vallès Oriental y Osona. Este paraje destaca por sus acantilados escarpados, conocidos como cingles, que forman impresionantes paredes rocosas. Su flora y fauna mediterránea, junto con la presencia de aves rapaces como el halcón peregrino, aportan gran valor ecológico a la zona.

El espacio también guarda vestigios de antiguos poblados y pequeñas ermitas medievales. Se pueden realizar varias rutas de senderismo que permiten descubrir estos restos históricos, así como disfrutar de las vistas panorámicas de los valles y los acantilados, siendo la Ruta dels Cingles una de las más populares.

Este lugar es un ejemplo perfecto de la unión entre el patrimonio cultural y la riqueza natural de Cataluña, siendo ideal para quienes buscan historia, naturaleza y aventura en un solo destino.